Pasaron cuatro años y la aldaba de Santiago volvió a sonar. A la llamada que todos los nazarenos esperábamos le siguió la apertura de puertas de nuestra sede canónica. Un nuevo Viernes Santo estaba por llegar, una tarde-noche en la que la Real Hermandad, que somos todos, compartió su mejor legado con la ciudad.

Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Santa Mujer Verónica y María Santísima de la Esperanza volvían a las calles y plazas de una ciudad impaciente que tras el letargo de lluvias y pandemias vivió, al fin, un Viernes Santo pleno.

Cuando en noviembre de 2016 esta Junta de Gobierno recibía vuestro respaldo, revalidado en 2021, siempre tuvimos claro el fin para el que fuimos elegidos: entrega y servicio a la Real Hermandad, mejorar lo recibido y engrandecerlo.

Cuando escribo estas líneas vamos ya a por el sexto año de mandato, hemos llegado a ser quienes somos, NAZARENOS, gracias al tesón, esfuerzo y dedicación de todos los que nos acompañáis en cada proyecto, en cada actividad, culto o encuentro, pues la historia de la hermandad la escribís vosotros, los hermanos y hermanas que los 365 días del año tenéis presente el sentir cofrade, pasáis por Santiago y encendéis la luz de la capilla para orar antes Ellos, quienes nos guían y acogen siempre que lo necesitamos.

Poner la cofradía en la calle tras cuatro años ha supuesto un reto, superado, con más de un apunte en el bloc de notas para mejorar y seguir avanzando hacia el éxito compartido con quienes cada año visten la túnica nazarena. La incorporación de cirios al cortejo procesional, previa identificación de cada uno de los hermanos mediante las ‘papeletas de sitio’ y DNI nos ha deparado más de una sorpresa: ¡Hemos crecido en número de hermanos! Así, paso a paso, vamos normalizando la situación de fieles y devotos que hasta ahora procesionaban de túnica sin identificar, sin papeleta de sitio, incluso, ¡sin ser hermanos!

En este sentido, desde la Junta de Gobierno seguiremos trabajando por la igualdad entre hermanos, con un control aún si cabe más exhaustivo de la nómina de hermanos, atendiendo cada una de las situaciones individuales que se puedan dar, siendo conscientes del contexto socio-económico y personal de los hermanos.

En este lustro 2016 – 2021, tal y como compartimos en la Asamblea General de Hermanos del pasado mes de noviembre, hemos impulsado y llevado a cabo más de 60 proyectos e iniciativas en todos los ámbitos: gestión interna, patrimonio, hermanos, caridad y relaciones institucionales. La relación con la Agrupación Musical ha sido otro de los empeños de esta Junta de Gobierno, abriendo de par en par la Casa de Hermandad a los hermanos músicos, con quienes la colaboración ha sido, es y será de confraternidad y permanente.

Para este tramo final, como hermano mayor, hay sobre la mesa proyectos importantes como el estreno del documental que durante estos años se ha grabado para plasmar a modo de reportaje la vida de la hermandad, incluida la procesión del Viernes Santo; así como otras iniciativas para engrandecer el patrimonio textil y ajuar de nuestros Amantísimos Titulares.

Cuando llegue la fecha en la que pasemos página para que otros hermanos y hermanas continúen escribiendo la historia de la Real Hermandad, un día que llegará más pronto que tarde, será nuestro deseo como Junta de Gobierno y ante todo como hermanos nazarenos que los pilares sólidos y fuertes que entre todos hemos construido permanezcan y sean la base de nuevas ideas y propuestas que contarán siempre con el apoyo del hermano que escribe estas letras, pues aún hay mucho por hacer e historia que escribir.

¡Vivamos la Real Hermandad!

Javier Guayerbas Fernández
Hermano Mayor