D. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba: “El mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida”

La vida se compone de etapas, la suma de éstas forma el camino que cada cual decide andar en solitario, en compañía, haciendo el bien, con una sonrisa o al servicio de una causa. El grupo de hermanos y hermanas que desde noviembre de 2016 cuenta con la confianza renovada en 2021 de la Asamblea General de Hermanos es de ese tipo de personas, sencillas, de a pie, siempre al servicio de la Real Hermandad; un grupo diverso, con sus diferencias y puntos de vista, pero unido por un objetivo común: lo mejor para Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Santa Mujer Verónica y María Santísima de la Esperanza Nazarena.

Con esta premisa hemos venido trabajando estos años. Como hermano mayor he de reconocer que sin ese grupo de cofrades comprometidos cada uno de los proyectos y logros no habrían sido posible. Hayan pertenecido o no a los equipos de dirección y de confianza de la Real Hermandad. De todas esas propuestas llevadas a buen puerto damos hoy cuenta en este Boletín Informativo. Echar la vista atrás y recordar todo lo conseguido me emociona, porque cada iniciativa es sinónimo de amor y devoción a Nuestros Amantísimos Titulares.

El pasado mes de septiembre se cumplieron 10 años de unas declaraciones realizadas por el obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, en relación al papel de las hermandades y cofradías y, en concreto, al de los cofrades: “El mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida”, pues si esto ocurre, “la cofradía es un problema continuo”, ya que “en el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale quien sirve, y no vale quien quiere servirse de la cofradía para sus intereses”.

Desde la Junta de Gobierno hemos llevado siempre esta afirmación por bandera para no caer en el error que supone la realidad compartida por el obispo de la Diócesis de Córdoba. Bajo esa apreciación hemos tomado decisiones y hemos dirigido el rumbo de la hermandad queriendo siempre lo mejor para nuestra cofradía centenaria, desde el respeto al pasado y al legado de nuestros mayores.

Antes de dar por finalizadas estas palabras, permitirme que me dirija de manera especial a nuestra Agrupación Musical en su 30 aniversario, tres décadas de sones nazarenos acompañando a la Semana Santa de Talavera de la Reina y de España, incluso a otras celebraciones, pero siempre fieles a Él, a Nuestro Padre Jesús Nazareno. A modo de reconocimiento y gratitud, la Agrupación Musical recibirá el próximo mes de noviembre una de las máximas distinciones de la Real Hermandad: la Medalla de Oro.

Y ahora sí, hermanos y hermanas, deseo de todo corazón encontrarme con cada uno de vosotros en nuestra sede canónica, la Iglesia de Santiago Apóstol, o en nuestra Casa de Hermandad, en la calle Cardenal Gil de Albornoz, en cada uno de los cultos y actos programados que podéis consultar en las siguientes páginas.

Que nunca perdamos la Esperanza, y si la vida nos reta, que nunca olvidemos que Ellos nos esperan siempre en Santiago.

Javier Guayerbas Fernández

Hermano Mayor